El enfrentamiento entre Vasco da Gama y Grêmio, válido por la 15ª jornada del Brasileirão Betano, se presenta como un duelo crucial para ambos equipos. El partido, que se disputará este sábado en São Januário, a las 17h30 (hora de Brasilia), encuentra al Vasco bajo una enorme presión tras una serie de resultados adversos.
Vasco con bajas sensibles
El Vasco llega al partido con bajas importantes. La ausencia más destacada es la de Philippe Coutinho. Según informes, el mediocampista sufrió un estiramiento en la pantorrilla izquierda, lo que lo mantendrá alejado de las canchas por al menos dos semanas. Coutinho ya se había perdido el partido contra Independiente Del Valle en la Copa Sudamericana, y su ausencia se suma a las de Puma Rodríguez, Maurício Lemos y Leandrinho, todos ellos con problemas físicos.
La baja de Coutinho representa un duro golpe para el Vasco, ya que el jugador es una pieza clave en el esquema del equipo. Su creatividad y capacidad de desequilibrio serán extrañadas en el partido contra el Grêmio.
Grêmio descarta el regreso de un viejo conocido
Mientras tanto, en el lado del Grêmio, la directiva ha descartado la contratación del experimentado arquero Marcelo Grohe. El vicepresidente del club, Alexandre Rossato, declaró que el Grêmio está satisfecho con los porteros que tiene en su plantilla actual.
Grêmio busca reforzar su ataque
Por otro lado, el Grêmio ha iniciado conversaciones con el delantero Carlos Vinícius, quien se encuentra libre tras su paso por el Fulham de Inglaterra. El jugador brasileño, de 30 años, estaría evaluando la posibilidad de regresar al fútbol brasileño y ve con buenos ojos la oferta del Grêmio.
Un partido clave para el Vasco
El Vasco, dirigido por Fernando Diniz, buscará revertir la situación y sumar tres puntos vitales ante su afición. Se esperan cambios en el once inicial, con la posible salida de João Victor y Lucas Piton del equipo titular. La presión es alta, y el equipo necesita una victoria para calmar los ánimos y recuperar la confianza.
El partido contra el Grêmio se presenta como una oportunidad para el Vasco de demostrar su capacidad de reacción y comenzar a escalar posiciones en la tabla del Brasileirão. Sin embargo, las bajas importantes y la presión por la victoria hacen que el desafío sea aún mayor.