La panelista Marixa Balli vivió momentos de alta tensión en el programa LAM (Los Ángeles de la Mañana), pero la tormenta parece haber pasado gracias a un inesperado y emotivo gesto de Ángel de Brito y sus "angelitas". Después de días complicados y un visible enojo por la designación de Pepe Ochoa como conductor interino, Balli recibió un regalo que la conmovió profundamente.
Un regalo inesperado que tocó el corazón de Marixa
"Casi lloro de alegría", confesó Marixa al recibir el obsequio. Se trataba de un puzzle personalizado con la imagen de una flor en su vestido, un detalle aparentemente sencillo, pero cargado de significado para la artista. Este gesto demostró el cariño y la consideración del conductor y su panel hacia Balli, especialmente después de la controversia generada por la elección del reemplazo de De Brito.
La propia Marixa Balli destacó el valor sentimental del presente por encima de cualquier costo material. "Fue un regalo creativo y hecho con cariño", enfatizó, resaltando la dedicación invertida en la confección del rompecabezas. Este detalle personalizado sirvió como un bálsamo después de la tensión vivida en el programa.
El origen de la polémica: La designación de Pepe Ochoa
El conflicto se desató tras la decisión de Ángel de Brito de designar a Pepe Ochoa como conductor interino durante su ausencia. La reacción de Marixa Balli no fue la esperada, generando un tenso ambiente en el programa. De Brito, en declaraciones a Infama, defendió su decisión como una elección personal y de la producción, criticando la reacción de la panelista.
Tensión en el aire entre Marixa Balli y Yanina Latorre
La tensión se hizo evidente durante una emisión de LAM, cuando Marixa Balli y Yanina Latorre protagonizaron un tenso intercambio. La raíz del problema radicaba en la disconformidad de Balli con la designación de Ochoa y el manejo de la situación por parte de la producción.
Este regalo, lejos de ser un simple obsequio, se transformó en un símbolo de reconciliación y afecto, demostrando que incluso en los ambientes más competitivos, la empatía y los gestos de cariño pueden marcar la diferencia.