Somalia enfrenta desafíos monumentales en su lucha contra los grupos armados Al-Shabaab y Daesh. Un experto de la ONU insta a la comunidad internacional a no abandonar al país en este momento crítico, reconociendo los esfuerzos del gobierno somalí para prevenir el terrorismo a través de estrategias integrales que combinan la aplicación de la ley, operaciones militares y la lucha contra el extremismo violento.
La Necesidad de un Enfoque Integral
Ben Saul, Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos y la Lucha contra el Terrorismo, enfatizó la importancia de abordar las causas profundas del reclutamiento terrorista. Si bien reconoció las severas limitaciones de seguridad y recursos de Somalia, también expresó preocupación por la adopción de definiciones de terrorismo excesivas y amplias, así como por los poderes de inteligencia que podrían comprometer los derechos humanos fundamentales.
El Diálogo como Alternativa a la Solución Militar
Saul sugirió que ha llegado el momento de que todas las entidades exploren el diálogo político con Al-Shabaab, un grupo que busca derrocar al gobierno. Advirtió que las soluciones militares son insuficientes y podrían no resolver una guerra que ya lleva dos décadas y ha causado miles de muertes. En Mogadiscio, destacó la necesidad de reconciliación, argumentando que algunos comandantes de Al-Shabaab están dispuestos a dialogar.
- La comunidad internacional no debe abandonar a Somalia.
- El gobierno somalí debe intensificar sus esfuerzos para negociar con elementos receptivos de Al-Shabaab.
- Es crucial buscar una reconciliación política basada en las costumbres somalíes de diálogo.
Violaciones de Derechos Humanos
Además, Saul acusó a la milicia clánica conocida como Macawislay de graves violaciones de derechos humanos en la región de Hiiraan, incluyendo la decapitación de militantes capturados. La situación humanitaria sigue siendo precaria, y el país necesita apoyo continuo para superar los desafíos actuales y construir un futuro más estable.