El reconocido médico Alberto Cormillot, a sus 86 años, demostró que la edad es solo un número y que nunca es tarde para cumplir los sueños. Recientemente, sorprendió a todos al debutar como artista circense en el prestigioso Circo Servian, protagonizando un espectáculo lleno de acrobacias aéreas, danza tap e incluso un número de magia.
Un sueño hecho realidad
La historia de cómo Cormillot llegó al circo es tan inspiradora como su actuación. Tras asistir como espectador junto a su familia, el médico quedó fascinado con el espectáculo y no dudó en expresar su admiración a los artistas. Mencionó que él también practicaba acrobacias con arnés. Al día siguiente, recibió una inesperada propuesta del gerente del circo, quien lo había visto en videos en redes sociales. La invitación fue directa: sumarse al show. La respuesta de Cormillot fue instantánea: “Lo único que estaba esperando era que me llamaran”.
Luego, comenzó a ensayar cuatro horas diarias para poder perfeccionar su acto. La función de Cormillot no solo emocionó al público presente, sino que también se viralizó en redes sociales, generando miles de comentarios positivos y mensajes de admiración.
Emoción familiar
Entre el público, su esposa, Estefanía Pasquini, lo alentó desde la primera fila, visiblemente emocionada. Posteriormente, le dedicó un mensaje en redes sociales, resaltando su autenticidad, valentía y la pasión con la que enfrenta cada nuevo desafío. “Amo verte brillar”, escribió Pasquini, orgullosa de ver a su compañero cumplir un sueño más.
Un mensaje inspirador
La historia de Alberto Cormillot es un testimonio inspirador de que la edad no es una barrera para perseguir los sueños y vivir la vida con pasión. Su ejemplo motiva a personas de todas las edades a desafiar sus propios límites y a buscar nuevas experiencias que les permitan sentirse plenos y realizados.
Cormillot demuestra que la clave está en mantener una actitud positiva, perseverar y nunca dejar de aprender y crecer. Su debut en el circo es una prueba de que la vida siempre tiene algo nuevo que ofrecernos, sin importar la edad que tengamos.