Nuevos documentos y videos relacionados con el tiroteo en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, en 2022, han sido liberados tras una larga batalla legal por el acceso público a la información. Estos materiales arrojan luz sobre los eventos que rodearon uno de los ataques escolares más mortíferos en la historia de Estados Unidos, donde 19 niños y dos maestros perdieron la vida.
El declive del atacante: Un historial problemático
Los registros escolares del autor del tiroteo, Salvador Ramos, revelan un preocupante deterioro en su rendimiento académico y comportamiento. Documentos muestran que, a pesar de ser considerado un estudiante brillante en el jardín de infantes, Ramos experimentó suspensiones y amonestaciones por acoso, bullying y bajo rendimiento en las pruebas estandarizadas durante la escuela media. Finalmente, abandonó la escuela secundaria meses antes del ataque debido a su bajo rendimiento y ausentismo.
Desesperación y reclamos: Videos de las cámaras corporales
Además de los registros escolares, se han publicado videos grabados por las cámaras corporales de los agentes de policía. En estas grabaciones, se puede escuchar a padres desesperados suplicando a los oficiales que irrumpieran en la escuela mientras el tirador aún estaba activo. Los padres expresaban su angustia y frustración ante la aparente inacción de las autoridades, llegando incluso a amenazar con ingresar ellos mismos al edificio.
Críticas a la respuesta policial
La respuesta policial durante el tiroteo ha sido objeto de intensas críticas, particularmente por la demora de más de 70 minutos en confrontar al tirador. Los nuevos videos y documentos no ofrecen una visión completa de las acciones de la policía, pero sí refuerzan las preguntas sobre la efectividad y la adecuación de su respuesta. El jefe de policía de las escuelas de Uvalde en ese momento, Pete Arredondo, enfrenta cargos criminales por su papel en la gestión de la crisis.
La divulgación de estos documentos y videos representa un paso importante en la búsqueda de la verdad y la rendición de cuentas en relación con la tragedia de Uvalde. Sin embargo, la herida sigue abierta para las familias y la comunidad, que continúan buscando respuestas y justicia.