La provincia de Jujuy se encuentra conmocionada tras el descubrimiento de restos óseos en un basural cercano a la vivienda de Matías Jurado, un hombre de 37 años sospechoso de ser un asesino serial. El hallazgo se produjo gracias a la declaración de un adolescente, sobrino de Jurado, quien convivía con él y reveló detalles escalofriantes sobre los presuntos crímenes.
La 'Casa del Horror' y los Basurales: Una Macabra Conexión
Según el testimonio del menor, Jurado descuartizaba los cuerpos de sus víctimas y quemaba los restos para reducirlos. Algunas partes eran enterradas en el patio de la vivienda, mientras que otras eran depositadas en bolsas y arrojadas en basurales de la zona de Alto Comedero, en San Salvador de Jujuy.
La policía jujeña, siguiendo las indicaciones del adolescente, rastrilló los alrededores de la vivienda, encontrando más piezas óseas que serán analizadas para determinar si pertenecen a alguna de las cinco personas desaparecidas en la zona, todas ellas hombres en situación de calle.
Imputación y Próximas Diligencias
Matías Jurado ya ha sido imputado por el homicidio agravado por ensañamiento de Jorge Omar Anachuri, de 68 años, quien se encontraba desaparecido desde el 25 de julio. El fiscal regional Guillermo Beller espera los resultados de los análisis forenses para vincular a Jurado con las otras desapariciones.
Excavaciones y ADN: La Búsqueda de la Verdad
Además, se espera el inicio de excavaciones en la vivienda de Jurado, con la participación de antropólogos, con la esperanza de encontrar más restos humanos. Familiares de las presuntas víctimas ya se han presentado para la extracción de muestras de ADN, que serán cotejadas con el material genético encontrado en los restos óseos.
El caso ha generado gran consternación en la comunidad jujeña, y se espera que la investigación arroje luz sobre estos crímenes y se haga justicia para las víctimas y sus familias.
El detenido, con antecedentes penales por robo, será formalmente imputado y la fiscalía solicitará prisión preventiva. La declaración de su sobrino de 16 años, quien afirmó que su tío llevaba personas en situación de calle a la vivienda los viernes y que él se iba porque sabía que “pasaban cosas malas”, ha sido clave en la investigación.